Guerra y paz

Si el presidente Zapatero busca la paz, claudica ante los terroristas. Si se rompe la tregua, Zapatero ha fracasado. Pillado por el toro, porque sí y porque no. Y si dices esto eres un traidor antiespañol y un proetarra. Mea culpa.

Se han cometido errores en la gestión de la negociación con los terroristas. Uno de ellos fue llamarlo “proceso de paz”. ¿Había una guerra antes? Otro: suponer que ellos son como irlandeses defendiendo una patria, una lengua y una religión, cuando son en realidad vascos defendiendo un panem nostrum quotidianum, el dinero del “impuesto revolucionario”. Con tantos años de lucha, debe parecerse bastante a un sistema de pensiones alternativo, con un porcentaje para armas.

Vascos, sí: pocos en España niegan la existencia de un País Vasco (¡observad el nombre oficial!) en el que se habla una lengua cuya enseñanza y difusión contribuimos entre todos a sufragar (interesante este artículo, aunque lo que intenta demostrar es otra cosa). Y de la religión… Aquí nadie habla de religión. Hay que concluir que es más fácil dejar las armas cuando se combate por motivos filosóficos que cuando, llanamente, son las herramientas para alimentar a la familia.

En Quebec los mismos independentistas dicen que la independencia no vale una vida (necesitas una cuenta en El País Plus, aunque el titular es lo suficientemente ilustrativo). Es algo más que una lástima que en mi país haya una banda de gente que para poder pintar una raya más gruesa en un mapa piensen que mi existencia, o la de cualquiera de mis conciudadanos, es prescindible. Y es algo más que una pena que haya otro grupo de gente que, con tal de llevar razón, opine que esas muertes son aceptables, o al menos inevitables.