Vayamos por partes


Central nuclear de Trillo
Foto original de tnarik.

Hoy es noticia una interesante entrevista con Joan Clos, ministro de Industria en El País. Es, habitualmente, en los artículos de fondo como éste donde pueden encontrarse las claves de lo que nos afectará como ciudadanos en un futuro a medio plazo. Se repasan temas tan interesantes como las tarifas eléctricas (con reparto amistoso de salvas para el gobierno anterior), la energía nuclear en España y el canon digital. Sin entrar en la principal carnaza política del artículo (sin duda, la recalcitrante historia de la OPA a Endesa), quisiera comentar la única pregunta que trata el tema de la energía nuclear. Cito:

P. ¿Qué opina sobre el reabierto debate de la energía nuclear?

R. El tema de las nucleares no nos afecta sólo a nosotros. Todo el mundo está reflexionando. El problema que tiene la energía nuclear de nueva generación, es decir, que genere poco o ningún residuo, es que no sabemos a qué coste final va a salir. En Finlandia se está construyendo una nueva central de nueva generación y las noticias que llegan indican que los costes se están disparando. En todo caso, la posición del Gobierno, es no incrementar el porcentaje de energía nuclear en el total de energías.

Como decía el amigo Jack (el Destripador), “vayamos por partes”. El periodista evita dirigir la respuesta con una pregunta muy abierta, ante la que el ministro contesta así —y yo analizo:

  • […] no nos afecta sólo a nosotros. Todo el mundo está reflexionando. Dilución de responsabilidad. Es peligroso hablar en público de cualquier cosa que pueda tener que ver con los átomos si tu salario depende de los votos del antedicho, así que cualquier táctica que ayude a transmitir la impresión de que no fue idea tuya puede ser de cierta ayuda.
  • […] El problema [de la tecnología nuclear de última generación] es que no sabemos a qué coste final va a salir. Aplicación clásica de FUD. Naturalmente que no se sabe; por eso son nuevos desarrollos. Pero todo se puede estimar, con mayor o menor incertidumbre.
  • […] que genere poco o ningún residuo […] (respecto de los nuevos desarrollos en tecnología de generación nuclear). Una de cal y otra de arena: siembra incertidumbre con una mano y promete la Luna con la otra, por si acaso tienes que decir “Diego” donde dijiste “digo”. Los residuos nucleares no son una maldición caída sobre el ser humano por meterse donde no debe, sino un subproducto de un proceso tecnológico. La solución es, también, tecnológica; pero requiere una manipulación, también, nuclear. Y como lo nuclear es malo, no emprendemos programas de investigación por miedo a perder votos.
  • En Finlandia se está construyendo una nueva central […] y las noticias […] indican que los costes se están disparando. Esto es inexacto. Se han calculado mal los plazos (¿en qué proyecto no?), por lo que los costes suben. Afortunadamente (o desgraciadamente, según desde qué lado se mire) el contratista va a precio fijo.
  • […] la posición del Gobierno, es no incrementar el porcentaje de energía nuclear en el total […] Si el Gobierno quiere conseguir eso, tendría que haber abierto ya una central nueva en 2006 (para sustituir a la cerrada C.N. José Cabrera, más conocida como central de Zorita). De hecho, no me sorprendería en exceso que, gane quien gane las próximas elecciones, se tomara una decisión así.

Y eso, tan sólo de un párrafo de la entrevista. No se puede decir que el ministro Clos no sea una persona densa.