Antes de lo que imaginas, un blog famoso se revelará como la creación de una mente artificial. O, más probablemente, los propios rumores de artificialidad lo traerán a la luz pública. Poco después, llegará la singularidad de las bitácoras: una explosión de contenidos que hará exponencialmente más difícil que ahora separar el grano de la paja en la blogosfera.
El blog típico es una perfecta encarnación del efecto eco en Internet. Algunos enlaces a un tema de actualidad, una imagen levantada de Flickr con cierta (o falsa) relación con el tema del día y un fragmento de comentario inane parafraseado de una o dos fuentes. Las máquinas lo harán mejor, conjugando:
- Una fuente RSS. Determinará la temática del autoblog y proporcionará enlaces de partida.
- Un spider, para recolectar una red de páginas relacionadas con la noticia a comentar.
- Un generador de textos basado en frecuencias de palabras (prueba éste en línea), que creará el comentario a partir de los contenidos de las páginas recolectadas por el spider.
- Capacidad de búsqueda en Flickr u otros proveedores de imágenes, para poner la guinda de colores al pastel.
Si se quiere un autoblog más complejo, bastará con utilizar un motor gramatical con un modelo simple del idioma en el que vaya a publicar, asociado a un algoritmo genético que le permita, a lo largo de varias “generaciones”, pulir el texto creado. Las APIs de las diferentes plataformas de blogging (Blogger, WordPress, Movable Type…) harán el resto, permitiendo al autoblog publicarse a sí mismo con la frecuencia que consideremos oportuna.
La prueba de que esta visión se encuentra a la vuelta de la esquina son los pseudoportales, páginas generadas automáticamente que utilizan los acaparadores de dominios para simular resultados de búsqueda legítimos y generar así tráfico para su publicidad. Un cuarto de vuelta a esta tecnología, y el autoblog estará entre nosotros. Vigilad vuestros enlaces…
Esto puede ocurrir muy pronto.
Es más, está por ver si este blog superaría el test de Turing…
Un abrazo
Hans
Pues ni yo mismo lo tengo muy claro. Sobre todo porque, como bien sabes, no puedo demostrarte que no soy un robot (ni tú a mí, claro…)
En cualquier caso, un placer leerte por aquí, compañero.
Para que veas que a veces me paso por aquí y todo.
He estado viendo la versión británica de The Office (la original, vamos), y probablemente a ti y a la missus os haría gracia. Un par de clips.
Tu hermana.