Bienvenidos al mundo del mañana

muestra el mundo del mañana en la exposición Innovation Day, celebrada en Bruselas el pasado día 4 (noticia en CNN). Sólo esto debería bastar para hacer saltar la alarma de medida fuera de escala en el ridiculómetro, pero por si acaso, aquí van dos perlas:

  • LCDs gigantes. En el frigorífico. No, mejor todavía: en la mesa camilla.
  • El frigorífico sabe lo que tiene dentro gracias a un lector de código de barras. En serio.

Me cuesta creer que el único futuro que se les ocurre a las cabezas pensantes de Microsoft es 1990. ¿No han oído hablar de la ? Permite hacer pantallas que funcionan con la luz ambiente (ya sabéis, como el papel), consumen energía sólo en los cambios de estado, se empotran bien en cualquier lado y escalan a tamaños grandes sin incrementos exponenciales en coste. Con una lámina capacitiva delante se pueden hacer táctiles. ¿Y qué tal funcionan los chips ? Almacenan muchos más datos que un código de barras y se pueden leer “al bulto” por una antena adecuada: muchos a la vez y sin línea visual. Ideal, por ejemplo, para que un frigorífico sepa lo que lleva dentro y, por ejemplo, avise cuando un yogur lleve un mes caducado.

Detallitos aparte, la verdad es que nada hay de nuevo bajo el sol. , la Microsoft de su época, también se dedicaba a estos ejercicios de futurismo inocente y, con perspectiva, risible. Debe ser que algo así va con el tamaño de la empresa. Algo impensable para Microsoft hace sólo doce años, la memoria digital del mundo almacenada en la Red, permite desenmascarar culpables: he aquí un publirreportaje creado para GM en 1956 y llamado Diseño para Soñar. Pasen y vean: ¡coches y cocinas del mañana!


Design for Dreaming, MPO Productions, 1956