Brutal el artículo de mi ex-compañero de penalidades y no tan penalidades estudiantiles ÓsQar: Inmigrante, bienvenido. Sólo puedo añadir que un inmigrante gallego en Castilla como es Rajoy cumple obviamente con todos los requisitos, como demuestra sobradamente todos los días de su vida y más específicamente en la entrevista de ayer en Cuatro (enlazada y comentada diligentemente desde el blog de Jose Briones). Durante los aproximadamente treinta segundos de visionado que Morfeo me concedió, tuve tiempo más que suficiente para cerciorarme del cumplimiento de la cláusula 27, a la sazón:
Hablar de cualquier tema sin tener ni puta idea.
Cito textual, y discúlpeseme el exabrupto, aunque venga de fijo al caso. En apoyo de mi tesis viene este extracto del correspondiente artículo en El País; habrá de servir mejor que mis propios recuerdos, ya que el estado pre-cataléptico en el que me encontraba me hace dudar de ellos.
Rajoy ha reconocido no haber seguido “muy de cerca” este tema por tratarse del gobierno de la Comunidad de Madrid. No obstante, ha aconsejado que se “viera bien” la sentencia y defendió que “los tribunales no han dicho ni que hubiera buena praxis ni que no la hubiera, simplemente no han entrado en el tema”.
Es decir: Yo no tengo ni idea de la China Comunista, pero lo cierto es que… Como sacado del clásico El español y los siete pecados capitales, de Fernando Díaz-Plaja, Rajoy declara su palmaria ignorancia del asunto Severo Ochoa, al tiempo que hace el coro de sus subalternos con el argumento de que el doctor Montes podría ser, después de todo, culpable; sólo que los tribunales no lo han probado.
Quizá quepa recordar al señor Mariano Hilillos de Plastilina Rajoy algo que sin duda sabe: en el ordenamiento jurídico español la carga de la prueba está en la acusación, y rige el principio de presunción de inocencia. ¿Ya ha propuesto los pequeños cambios que se deducen de su argumentación en el programa electoral de su partido?
Comentarios
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4 respuestas a «Contrato de (des)integración»
Pues a mí la entrevista a Rajoy me sorprendió en varias ocasiones, la verdad.
Quizá lo más impactante fue cuando le preguntó Gabilondo que qué haría si ganaba las elecciones dadas sus malas relaciones con CiU y PNV, y Rajoy sugirió que primero buscaría un acuerdo… ¡con el PSOE!
Mariano, Mariano, si quieres hacer de Ángela Merkel, empieza por afeitarte la barba!!!
No tiene nada de sorprendente, en realidad. El PP no es más que otro partido nacionalista, y su nación de referencia intersecciona con las defendidas por CiU y PNV. Un acuerdo con cualquiera de estos defensores de falsas naciones implicaría un menoscabo de la nación propia, algo que ningún nacionalista de verdad permitirá nunca. Los nacionalistas y los fanáticos de cualquier país y religión tienen mucho en común: a ambos les agrada adquirir nuevos territorios o fieles, pero ¡prueba a quitárselos!
De esto se desprende que quedan dos partidos (los no nacionalistas) con los que pactar, y con IU debe ser que les da la risa…
Reconozco seriamente que tb me llamó la atención que para no haber seguido muy de cerca el asunto pareciome curioso que se hubiera leído la sentencia. ¿Humor gallego?
El recurso a la probatio diabolica sería en sí mismo un chiste de la época de Torquemada si no fuera por la insistencia en utilizar tal recurso («el acusado debe probar su no culpabilidad») por parte del más próximo en el tiempo régimen franquista. Reconozco, yo también, lo inteligente de Rajoy en este sentido: para evitar odiosas comparaciones con el pasado, piensa eliminar las partidas de financiación de la Ley para la Memoria Histórica. Estadistas gallegos nos dé Dios (sin menoscabo de los buenos, que haberlos, haylos).