Crowdsourcing

A estas alturas de la película, todo el mundo y su perro ha oído hablar de Tumblr. O de Jaiku, de Pownce, de Twitter, de Streem, o incluso de Soup… ¿No? Por lo menos sí habréis oído hablar de del.icio.us o Ma.gnolia. ¿Y Blogger? Si estás aquí, por lo menos sabes lo que es una bitácora. En la taxonomía de los animales de la , la clave es la participación, y las fuerzas que la guían son dos: el acceso y la mezcla. Todas las herramientas citadas, y muchas más que se quedan sin citar, comparten uno de estos dos planes maestros:

Plan número 1

  1. Facilitar al máximo la entrada de información.
  2. El público genera “contenido”.
  3. El contenido genera tráfico, que trae ingresos por publicidad.
  4. ¡Beneficios!

Plan número 2

  1. Facilitar al máximo la mezcla y remezcla de información, a ver si aquello de que “el todo es la suma de las partes” resulta ser cierto.
  2. El público mezcla y remezcla. De resultas, más “contenido”.
  3. El contenido genera tráfico, etcétera, etcétera.
  4. ¡Beneficios!

Hay variantes sobre estos planes. La principal, aquella que consiste en pretender generar masa crítica que permita vender servicios premium (las cuentas profesionales de Flickr me vienen a la mente). Pero todas las bestias de la Web 2.0 comparten una característica fundamental, que se denomina en círculos educados crowdsourcing y en lengua llana “que trabajen ellos, que el dinero ya lo recojo yo”.

El crowdsourcing funciona en el mundo virtual porque también es una alternativa de negocio en el mundo real, y sus fundamentos en teoría económica están muy ligados con las . Consideremos las monedas de un céntimo; tienen un valor unitario prácticamente despreciable, pero no dejan de ser dinero. Supongamos ahora que estuvieran fabricadas con un metal con la improbable propiedad de oler a bosta de vaca. Tendríamos entonces un incentivo fuerte para deshacernos de estas monedas. Bastará convencer al común usuario de que las arrojen en mis contenedores “anti-olor”; ellos estarán felices de deshacerse de semejante engendro, y yo estaré literalmente recogiendo dinero llovido del cielo. Quién iba a pensar que los modelos de negocio de la Web 2.0 tendrían tanto en común con el reciclaje de papel y las chatarrerías.


Comentarios

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2 respuestas a «Crowdsourcing»

  1. Avatar de ÓsQar

    Semos unos borregos, beeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh

  2. Pobres borregos. Millones de años de evolución y todavía no han pasado de la segunda letra del alfabeto.