Especial artista espacial

Madre mía. Otro engendro espacial sin pies ni cabeza en Público. Reproduciendo una nota de Efe en el artículo La artista Alicia Framis recorre las calles de Nueva York vestida de astronauta, al principio no se sabe si la citada tiene una idea de lo que está diciendo similar a las de aquella miss del concurso en el que el embajador ruso, parte del jurado, le inquiría su opinión sobre su país. “Rusia es bonita, con sus montes y sus valles… Hay mucho ruso en Rusia.” O algo a tal efecto. La señora Framis, o su reportero —concedamos temporalmente el beneficio de la duda— se descuelga con una perla como esta:

Me sorprende ver que, en pleno siglo XXI, todavía no se haya enviado a ninguna mujer al espacio […]

Le presento a Valentina Tereskhova, que estuvo tres días en órbita a bordo de la Vostok 6, cuatro años antes de que usted naciera. Wikipedia es su amiga, y le permitirá consultar la lista de las otras 54 mujeres astronautas, que incluyen a Judith Resnik, Christa McAuliffe, Kalpana Chawla y Laurel B. Clark, fallecidas en los accidentes del Challenger y el Columbia, Anousheh Ansari, la primera turista espacial, y muchas otras que han conseguido hazañas increíbles —y menos increíbles. Tal vez, quiero pensar, sea un error de transcripción, y donde dice lo de “enviar al espacio” se refería a la Luna, lo que sería muy cierto. Si la NASA hubiera estado obligada a cumplir con las leyes de paridad españolas, nuestro satélite habría sido pisado por tres mujeres. Pocas, lo sé, pero es que no ha ido todavía mucha gente y la cosa no tiene visos de cambiar en la próxima década. Claro que ahí está Framis con su optimismo irrefrenable, disipando las dudas acerca de si se nos están relatando sus opiniones tal cual son, o filtradas por el tamiz de algún hábil periodista:

Ya se están preparando los primeros viajes de turistas a la Luna y recientemente la NASA encontró agua. Creo que en dos años podríamos ver a un primer grupo de personas viviendo en la Luna.

Este es el mismo optimismo que va a mantenerla dando vueltas durante quince días por Nueva York, vestida con un traje soviético Sokol de diez kilos. Ánimo. Durante ese tiempo puede reflexionar sobre la moda en el espacio, sobre la que nos ofrece esta interesante opinión, emitida sin duda antes del comienzo de su aventura:

La moda espacial del momento es completamente militar y muy parecida a la idea de Star Trek, pero en pleno siglo XXI vemos que nos gusta vestir diferente y muestra de ello son las numerosas tribus urbanas.

Ya me gustaría ver a alguien vestido de gótico en un traje espacial. Sólo es una sugerencia, pero podría ser interesante prescindir por un tiempo de los piercings. Framis, que también presentará una muestra sobre arquitectura, nos recuerda que en el espacio también prescindiremos de las suelas de los zapatos o de las escaleras, para vivir una vida de “360 grados*”. Ignoraba que, viviendo aquí, en el suelo, no nos dejaran darnos una vuelta entera en nuestras casas. Es eso, o Framis vive en un tubo y todavía no le han dicho que las soluciones habitacionales del Gobierno son mucho más amplias. Que alguien corra la voz, por favor.


*: No me puedo resistir, lo siento. Hay una forma correcta de decir lo que Framis quiere decir. “Vivir una vida de 4π estereorradianes”. Pero suena tremendamente repipi, es cierto. Bueno, así es la vida.