(Casi) Pasándome a Chrome

Firefox & Chrome in space
Firefox & Chrome in space
Imagen de brucknerite

(Feliz año nuevo y todo eso, claro.) Desde que está disponible una beta para , he estado utilizando (en realidad, su versión abierta, ) para dar mis zangarretazos1 por Internet, con la consiguiente infidelidad a mi querido . Y el veredicto es…

¿Ah, pero tengo que dar un veredicto? ¿Tengo que tener una opinión por el hecho de tener un blog? (Ah, que sí.) Bueno, la verdad es que no estoy seguro. Lo único que tengo claro es que me alegro (“me llena de orgullo y satisfacción”) de la existencia de Chrome: así nadie se dormirá en sus laureles. Dicho esto, hay características de Chrome que son claramente superiores a las correspondientes de Firefox. En formato partido de tenis:

  1. Parece que Firefox es más lento arrancando que Chrome. Como arranco cualquiera de los dos un máximo de una vez al día —están todo el tiempo corriendo— esta supuesta deficiencia de Firefox no me histeriza en exceso. Nada a quince para Chrome, aunque Firefox se queja amargamente al juez de silla à la McEnroe.
  2. Chrome aparenta ser más rápido que Firefox en mi uso cotidiano. Ahora bien, no soy un power-user de esos que necesitan tener abiertas más de cincuenta pestañas a un tiempo en cuatro ventanas distintas. Sólo soy un vulgar treintañero con la neurona (una) bastante tocada… Pero quince iguales.
  3. La interfaz de Chrome me gusta. Hay un motivo objetivo: se gana espacio vertical de visualización, fun-da-men-tal con las pantallas panorámicas modernas. Por la vertiente subjetiva… Sí, qué pasa, de vez en cuando me gusta cambiar, aunque sólo sea de interfaz de usuario. Y eso que llevo siglos usando . En fin. Quince a treinta para Chrome.
  4. Chrome hace scroll a tirones. Menuda tontería. Aunque con los años he ido apreciando más y más esos pequeños refinamientos de la vida (no, si acabaré comprándome un Mac). He oído que se puede arreglar, pero… Treinta iguales.
  5. La barra de dirección de Chrome hace innecesaria otra para las búsquedas. Treinta a cuarenta para Chrome.
  6. El ecosistema de extensiones para Firefox está más desarrollado (era de esperar, ¿no?) Cuarenta iguales.
  7. Lo que en Firefox es una extensión (muy útil) para ejecutar scripts sobre las páginas cargadas, , en Chrome es una característica interna que se activa con una opción de arranque. ¿Marcará esto una peligrosa tendencia a incorporar funcionalidad dentro del navegador, convirtiéndolo en un monstruo inflado de características por defecto? Ventaja para Firefox.

En este punto el partido se suspendió por la lluvia. Una pena, porque el juego estaba reñido. ¿Qué decisión tomaré entonces para el año nuevo? Ninguna. Si no es necesario cambiar, es necesario no cambiar, que dijo cierto lord inglés. Aunque lo que es contento no me quedo. En el próximo artículo os contaré cómo nadar y guardar la ropa, o lo que es igual, cómo “convertir” Firefox en Chrome. O en algo muy parecido.


1: No me puedo creer que esta palabra no exista. Toda mi infancia usándola, y ahora resulta que no sale ni una vez en toda la Internet2. Pues esta es la mía. Como decía Paquito: “Queda inaugurada…”

2: Ahora sí existe.