El vuelo de Grasshopper

Solo necesitaba una pequeña excusa para salir del hiato forzado, y ¿qué mejor que este fantástico vídeo? Grasshopper («Saltamontes») es un prototipo experimental de cohete dotado de tecnología VTVL (Vertical Takeoff-Vertical Landing, despegue y aterrizaje en vertical) desarrollado por la compañia SpaceX. En su prueba de ayer, despegó de su plataforma tejana para alcanzar una altura récord (pero ver más abajo) de 325 metros y aterrizar después sobre el mismo punto. El siguiente vídeo fue filmado con ayuda de un hexacóptero controlado remotamente. Disfrutadlo mejor en alta definición.

La versión actual de Grasshopper mide 32 metros de altura y su elemento primordial es un tanque de la primera etapa del lanzador Falcon 9 con un solo motor Merlin 1D con un empuje máximo de 620 kN al nivel del mar, una plataforma de aterrizaje de tan solo 2100 kg de peso con cuatro patas de una envergadura aproximada de 18 metros y un bucle de control de gran precisión dotado de sensores dinámicos avanzados.

Pese a la espectacularidad del intento, SpaceX todavía no ha batido el récord absoluto de altura en vuelo para el lanzamiento de un sistema VTVL:

El DC-X o Delta Clipper fue un demostrador de tecnología VTVL patrocinado por la NASA y diseñado por McDonnell-Douglas que alcanzó, entre 1993 y 1995, la altura de 2500 m y llegó a demostrar una maniobra completa de cambio de inclinación para diferentes regímenes de vuelo —horizontal, y de vuelta a vertical para el aterrizaje. El vídeo corresponde a la última prueba realizada (el 7 de julio de 1995, hace hoy 18 años), en la que también puede apreciarse cómo el tren de aterrizaje se pliega y se despliega.

Si os parece que aterriza demasiado rápido, estáis en lo cierto. En su último aterrizaje, el prototipo DC-X impactó contra el suelo a una velocidad superior a los 4 m/s, lo que fracturó su carenado. Desgraciadamente, para entonces los fondos del desarrollo habían sido cancelados, por lo que no pudieron efectuarse las reparaciones necesarias y el proyecto pasó, como tantos otros antes y después, a ser un camino abandonado hacia el espacio.

Grasshopper de SpaceX (izquierda) y Delta Clipper de McDonnell-Douglas.
Grasshopper de SpaceX (izquierda) y Delta Clipper de McDonnell-Douglas.

SpaceX tiene todavía mucho camino por delante ya no para llegar al espacio con su plataforma reutilizable, sino para alcanzar los logros olvidados de sus predecesores. Aún así, ¡buena suerte! Godspeed!