Es el momento de asumir una verdad incómoda. Soy pronuclear: creo que la energía nuclear debe formar parte de cualquier propuesta futura de generación eléctrica. No soy pronuclear porque ningún lobby me dé de comer. No lo soy porque la tecnología me fascine, de algún modo inhumano, o porque crea, inconscientemente, en «el progreso». No soy pronuclear porque sea de derechas —ni por ser de izquierdas. Desde luego, no soy pronuclear porque odie a la especie humana, a la vida en la Tierra e incluso al planeta mismo y le desee un apocalíptico futuro radioactivo. Ni soy pronuclear porque desee que se instale una central nuclear en mi pueblo, aunque estoy dispuesto a discutirlo. Por descontado, no soy pronuclear por llevar la contraria a nadie, ni porque nadie me caiga mal o bien.
Soy pronuclear porque creo que es la única respuesta racional al desafío del cambio climático y al de la disponibilidad de la energía. Hay que reducir drásticamente y con urgencia las emisiones de CO₂; por desgracia construir una central nuclear es un proceso largo, y por tanto no son una alternativa para el próximo lustro. Pero una respuesta lenta siempre será mejor que ninguna respuesta en absoluto. Además, paradójicamente, resistir las crecientes inclemencias del clima requerirá un consumo mayor de energía: será necesario garantizar el acceso a la electricidad a toda la población, tanta como sea necesaria para mitigar el calor extremo y otros fenómenos meteorológicos adversos. No podemos cerrar los ojos. Hará más calor y tendremos que adaptarnos; subirá el nivel del mar y habrá que defenderse; faltará el agua potable y habrá que crearla. Los más pobres de entre nosotros sufrirán primero y precisaremos un suministro de energía seguro y estable para atender sus necesidades, que son las nuestras.
Continuar por el camino que nos hemos trazado, envueltos en banderas de mal entendida política «verde» o simplemente ignorando las señales nos lleva a esto: amplias zonas del planeta inhabitables. Migraciones masivas. Guerras brutales. Podríamos estar a las puertas de una edad oscura como nunca se ha visto sobre la faz de la tierra. Solo un despliegue inteligente de tecnologías que permitan generar energía disminuyendo radicalmente las emisiones a la atmósfera nos ofrecerán una oportunidad de sobrevivir. Las renovables no pueden con todo hoy y están lejos de conseguirlo, pero eso no impide que su avance continúe a buen ritmo y que la investigación no se detenga. ¿Por qué la energía nuclear habría de ser distinta? Necesitamos información, planes, inversión, ciencia. Hay que aceptar los riesgos —que existen— y evaluarlos con claridad frente al ya seguro desastre climático y humano al que nos enfrentamos. Hay que asumir lo que hemos hecho mal y corregirlo. Hay que luchar por sobrevivir como especie: todos juntos.
No es por progreso. No es por dinero. Es por seguir vivos. Nucleares… Hablémoslo.
No dejéis de leer el magnífico artículo Por qué necesitamos Energía Nuclear de @OperadorNuclear en Naukas. No es, como esto, un manifiesto panfletario; más bien un análisis, directo, sencillo y detallado de la energía nuclear y su entorno tecnológico y político.
Comentarios
3 respuestas a «Soy pronuclear»
Muy bueno !!
Muy buenas:
Me tomo la licencia de hacer una precisión a título meramente complementario.
Antes de nada, enhorabuena por el post. Tanto a nivel crítico como narrativo. Me ha gustado mucho.
Sin embargo, la afirmación de que las renovables están lejos de satisfacer la demanda de nuestra sociedad es en todo punto incorrecta. Distinto es que existan las infraestructuras y voluntad política; a lo cual es muy importante añadir el freno que las grandes eléctricas tienen en este sentido, hasta que desarrollen en sitios como Silicon Valley, la tecnología necesaria para “ganar el partido” desde el punto de vista economicista a sus departamentos de I+D+I. Estos factores son los principales causantes del freno a la implementación de estas fuentes de energia. Pero una alternativa 100%renovable,sin necesidad de energias contaminantes y/o nucleares es posible a día de hoy, al menos emprender el camino, desde un punto de vista tecnológico.
Siento no tener tiempo de pegar enlaces o artículos de revistas que sostengan lo argüido, pero confio en que puedas comprobarlo de primera mano con la búsqueda adecuada a través de Google.
Muchas gracias y un saludo muy cordial.
Adrián.
Lo reconozco: es triste que la profunda ignorancia que me ha impedido leer o deducir por mí mismo la brillante verdad del 100% renovable me haya vetado, hasta hoy, encontrar esa «búsqueda adecuada en Google» que transformará mi descreimiento en tu entusiasmo. Una lástima, considerando que defiendo una parte crucial de lo que defiendes. Saludos.