Primerísimo plano de una página de un diccionario de inglés mostrando la palabra 'diccionario'

Correlando, del verbo correlar

Una advertencia previa: no soy filólogo. Lo que diga a continuación puede ser y será basura de la peor especie.

Bueno, dos advertencias previas: cuando era más joven era prescriptivista. Un furibundo prescriptivista lingüístico, que atribuía a la Real Academia de la Lengua Española y a su sable láser, el Diccionario, poco menos que poderes preternaturales y parapoliciales. Ahora soy descriptivista. Un convencido descriptivista de la lengua. Dicho de otra forma: di lo que quieras. Yo diré lo que me parezca. Mi preocupación en el camino será hacerme entender, y para ello tendré en cuenta cómo hablo, cómo hablas, quiénes somos y dónde estamos. Es decir, el uso real. Tengo que agradecer el último paso en mi conversión, más lenta que la de Saulo en Pablo pero más rápida que la de un nevero en pedregal cambio climático mediante, a la gran lingüista Elena Álvarez Mellado.

Ay, la perdí de vista al marchar de Twitter. Cuánto lo siento.

Pero a lo que iba: «correlar» no está en el Diccionario de la RAE. Está «correlacionar», neologismo verbal formado al añadir -ar al sustantivo «correlación». Quién quiere dos palabras que signifiquen lo mismo. ¡Redundancia! Además, en inglés se dice «correlate» y, españoles y mucho españoles que somos, está en nuestra naturaleza negarle el pan y la sal a los hijos de la Pérfida Albión admitiendo calcos ¡innecesarios! ¡Y redundantes!

Solo que calefactar y calefaccionar están en el Diccionario. Como mentar y mencionar. Puncionar y punzar. Y unas cuantas más, con mayor o menor sutilidad en la definición y el uso. ¿O era sutileza?

Uno puede alegar que el verbo se forma a partir del nombre. Luego «correlación» produce «correlacionar». Pero con las mismas raíces semánticas latinas formamos relato y relatar, relación y relacionar. De ahí el inglés «to relate», «hacer o mostrar una relación entre dos cosas», y el aborrecible (?) «correlate», «tener una relación mutua en la que una cosa depende de otra». «Correlatar» podría haber sido un verbo en español, y no lo es porque, esencialmente, patatas. Pero, amenazo, hasta que lo necesite. Porque está morfológicamente bien construido. Otrosí digo, correlar podría serlo, y en virtud de todos los ingenieros patadodonantes («que dan patadas») al diccionario, quienes lo usamos con la intención explícita de hacer referencia al coeficiente de correlación de Pearson (r), lo es.

Last but not least: los académicos de nuestra querida lengua hermana, el catalán, tienen correlar y correlacionar en su diccionario. Redundància!