Microondas visto de cerca y mostrando un mensaje en su pantalla que reza ERROR.

La de los microondas, remasterizada

Hoy quiero dedicar un minuto a recordar mi primer texto de divulgación realmente ambicioso, escrito hace un poco más de doce años, sobre microondas:

Un horno microondas calienta la comida mediante calentamiento dieléctrico: el agua contenida en los alimentos es una molécula polar —es decir, que su distribución de cargas eléctricas no es del todo simétrica—. Por ello, reacciona vibrando y calentándose frente a un campo electromagnético variable. La frecuencia del campo no es muy importante: el microondas inicial, además de pesar 340 kg, medir 1,80 m de altura, costar 5000 pavos y necesitar una toma de agua y un sumidero para refrigerar su magnetrón, utilizaba radiofrecuencia de 10 a 20 MHz […]

Mi primer contacto con la divulgación, echando mano de mis odiadas clases de Campos Electromagnéticos de tercero de Teleco.

Todavía tenía mucho que pulir. Sin ir más lejos, empezar un artículo tan ambicioso con un párrafo así de técnico podía echar atrás al más pintado, aunque más adelante hubiera intentos de ironía y humor. ¡Y (horror) fórmulas matemáticas! Sin embargo, me lo pasé muy bien. Y gracias a este texto acabé con una invitación para contar cosas en Naukas, con lo que podría decirse que me cambió la vida.

Para este pequeño memorial he remasterizado el texto de 2012, repasando enlaces para que no haya nada muerto y actualizando la ortotipografía a mis costumbres actuales. Tanto si nunca lo leísteis, como si os contáis entre los pocos que leyeron este texto en su momento pero sentís la extraña pulsión de asistir a una clase de Campos Electromagnéticos simplificada y con algún chiste, daos el dudoso gusto y visitad «Los hombres que miraban fijamente a los microondas».

Comentarios

Una respuesta a «La de los microondas, remasterizada»

  1. @blog Grandiosa entrada, proclamo