La IA no puede hacer muchas cosas, pero afirmará siempre que sí con arrolladora convicción. Aquí, un ejemplo.
La interfaz de usuario de las cápsulas de SpaceX funciona sobre Chromium y está programada en JavaScript. Volved a leerlo.
La alternativa a la minería de asteroides, tecnológicamente más cercana, es la minería de las profundidades oceánicas. El fondo marino tiene nódulos ricos en níquel, cobre, cobalto y manganeso.
No por esperado es menos descorazonador: en #SpaceX no se aplican las reglas de seguridad estándares en la industria porque su dueño considera que cualquier sacrificio (no suyo, de otras personas) es aceptable para lograr un objetivo deseable a largo plazo.
Una de mis aficiones de segunda fila es la vexilología, es decir, la «ciencia» (perdonad, me tengo que reír) que estudia banderas, estandartes, pendones, gallardetes e inventos semejantes, originalmente hechos en tela…
¿Existe el libre albedrío? Esta es una de esas cuestiones que, cuando más se acerca uno a ellas, menos sentido parece tener.
Grizzly Research, una empresa especializada en informes de diligencia debida, afirma con pruebas que una de las compañías más relevantes en el sector de la movilidad aérea urbana, Archer Aviation, está inmersa en prácticas financieras altamente dudosas…
El que sea, pero drones no, desde luego. Cuando me suscribí al New York Times nunca pensé que podría reírme tanto con un artículo.
Un nuevo resultado en la física de la luz: al parecer, la luz es capaz de inducir la evaporación del agua. Al parecer, puede lograrse que el agua embebida en una matriz de hidrogel se evapore a una tasa por encima del límite térmico cuando se ilumina con luz solar simulada.