Aunque los bichos (errores) ya existían con ese nombre en diferentes campos de la ingeniería, la década de los 40 del siglo pasado vio nacer el primer bug —literalmente: una polilla en un relé de un ordenador electromecánico que se comportaba de forma particularmente errática. Hay que reconocer que como traza de error, una polilla pegada con celo en un papel es de lo más concreto.
Nada que ver con esta gigantotraza, más típica de lo que pudiera parecer a primera vista en cuando se empiezan a usar frameworks en Java: Spring, Hibernate…
Java no es la única plataforma aquejada de este mal. Otros, supuestamente más ligeros, como Ruby también tienen de dónde tirar, como en este ejemplo de traza en Ruby on Rails. Lo que sí tiene Java son herramientas excepcionales, como el profiler de NetBeans, que ayudan a manejar la complejidad de la “explosión de capas” del software actual con soltura. ¡O al menos, mejor que en los tiempos del C Nonsense in BASIC, 0:1
*!
* Nota: si crees que cualquier tiempo pasado fue mejor, aquí tienes un emulador de ZX Spectrum en línea (requiere Java). Yo tenía once años…