Hoy, viernes 29 de noviembre de 2024, los creyentes en la religión de las redes sociales federadas festejamos el octavo aniversario del alta de la sugerencia de mejora de Mastodón que los emigrados de Twitter más echamos de menos: el quote boost, en tuitero antiguo quote tweet y en tuitero moderno quote post. ¡A celebrar!
Sí. Ocho años. No es la sugerencia más vieja del repositorio: ese honor corresponde a Cargar estados previos de cuentas remotas al suscribirse por primera vez, del 10 de septiembre de 2016. Tampoco la que ha merecido más reacciones positivas, que sería Característica «deshabilitar respuestas» (del 2 de septiembre de 2018). Ni la más comentada por la comunidad, Permitir migrar posts, que hizo cinco años hace unos días.
El desarrollo en Mastodón, quizá para sorpresa de nadie dado su nombre, se mueve grácil como un paquidermo. No facilita las cosas que. de esas cuatro sugerencias, dos estén en el top ten de reacciones negativas. Deshabilitar respuestas es la ganadora absoluta en esta especialidad, mientras que el quote boost obtiene un muy meritorio diploma olímpico con su séptimo puesto.
La polémica lo ha retrasado todo. No ha sido el ingrediente menos importante en esta salsa que el creador de Mastodon, Eugen Rochko, estuviera desde el principio en contra de esta característica por considerarla «tóxica». Pero el debate ha avanzado e incluso la postura inicial de Rochko se ha suavizado. Que nadie se tome esto como lo que no es. No voy a marcharme a Bluesky, ni estoy sugiriendo que los esfuerzos de los desarrolladores de Mastodón sean inadecuados. Mastodón nació como una red de redes que implementa el protocolo de federación ActivityPub, y tanto este como aquella se han caracterizado siempre por un desarrollo considerado y cuidadoso. No se trata de implementar una red comercial en la que el objetivo sea exponer a publicidad al mayor número posible de ojos o viralizar «contenidos», sino ofrecer una herramienta para la comunicación entre personas. Los patrones de diseño de la experiencia de usuario de Mastodón deberían alejarse tanto como sea posible de lo que hemos experimentado en redes privativas.
Aunque todo tiene un límite. Ocho años de polémicas y de discusión sobre el sexo de los ángeles son demasiados. Aquí tenéis un documento «pre-FEP» (FEP significa Fediverse Enhancement Proposal, propuesta de mejora para el Fediverso) que analiza las posibles semánticas del quote boost. Es tan complejo como una discusión entre filósofos escolásticos. No es ninguna locura afirmar que Mastodón, y quizá por extensión el protocolo que lo soporta, tienen un problema de gobernanza. Rochko todavía no ha caído en pozos de autocracia similares a los que frecuenta Matt Mullenweg, el cocreador de WordPress. ¿Todavía? Una tendencia natural del ser humano expuesto, incluso a dosis ínfimas, al poder en cualquiera de sus formas es confiar más y más en el criterio propio frente al ajeno, por razonable que este sea. Desde lo alto de una pirámide el mundo se ve pequeño: por eso merece la pena que las estructuras de gobernanza de los proyectos sean colectivas y no individuales.
Cierto, ni una cosa ni la otra garantiza resultados intachables. Los ejemplos ilustrativos de esto son tan abundantes que estaría insultando vuestra inteligencia si citara algunos. Lo importante es apoyar a quienes aportan su tiempo y su inteligencia para desarrollar las herramientas que nos permiten mantener una presencia social alejada de las garras de los oligarcas de Silicon Valley. ¡Vamos, equipo! Ya llevamos demasiado tiempo simulando el quote boost pegando un enlace al mensaje citado en el que queremos que haga las veces de cita. Tanto, que muchos clientes de Mastodón ya saben lo que queremos y muestran el resultado como si los quote boosts existieran (aunque no avisan al autor del mensaje citado como lo haría uno de verdad; para eso, tenemos que incluirlo en el texto).
Pero ocho años, por Monesvol.
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