Traducción de traducciones

A ver qué os parece este texto:

[…] El país vecino, Canadá, tiene cantidad probablemente similar de brazos flojos y no pasan estas cosas. Si la gente no necesitara comprarlos, si ella dejara la dejarían ser los discusiones necesarios sobre ellos. […] El editorial del poste de Washington de hoy pide la cosa siguiente: ¿En qué circunstancias y donde comprado el pistolero sus brazos? ¿Habría experimentado la universidad la misma tragedia si la ley de Virginia prohibió los brazos en los campus? Debe tener detectores de brazos en los dormitorios y las salas de clase. […]

Está extraído de TheBlog (Ya le hemos puesto cara, 18/04/2007), pasado dos veces por el traductor de Google, la primera del español al inglés, y la segunda a la inversa. Una prueba casi matemática de que si A es un conjunto de palabras en un idioma L, y f una función de traducción automática de L a L’ (otro idioma), entonces f no es invertible. Es decir:

f(f-1(A)) ≠ A

Por álgebra elemental, esto significa que f no es biyectiva, y en lengua más común, que la transformación de un idioma en otro puede incurrir (e incurre, en cualquier caso no trivial) en pérdida de información. En un aparte, los detectores de brazos me parecen una gran idea, amén de sencillos de implementar: bastará instalar detectores de dedos, dividir por 5 y restar 2.

Los seres humanos traducimos con cierta fiabilidad porque tenemos sensibilidad al contexto. Es obvio para cualquiera con nivel medio de inglés que, en el texto del ejemplo, donde dice brazos debería decir armas. En este idioma, arms es polisémica, y por tanto, tan sólo el contexto puede dar pistas acerca de lo que significa realmente la palabra. La frase completa es una unidad de contexto insuficiente; el párrafo, el texto, todos los textos de una disciplina, son unidades que permitirán mayor precisión. ¿Y ya hay quien está persiguiendo este enfoque? Sí, claro que sí.