Al final se convertirá en un tópico: si buscáramos en un diccionario la expresión que da título a esta entrada, deberíamos encontrar algo así:
política energética. f. Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados en lo referente a la energía, que no se practica en España.
Para muestra, este último botón: El PSOE vota en contra de que la tasa de los coches dependa de la emisión de CO2. España no va a cumplir con sus compromisos del Protocolo de Kyoto de un plumazo con una medida así, pero se pierde una oportunidad clave para enviar un mensaje a los mercados y a la población en general de que existe algo llamado “política energética” en el Gobierno de la nación. Sobre todo cuando un parámetro, la dependencia energética del país (es decir, el porcentaje de energía consumida procedente de fuentes externas), creció hasta el 82,4% en 2005.