El Experimento Filadelfia-y-crema-agria

Durante mi único viaje —hasta ahora— por tierras norteamericanas descubrí una tarta muy especial: la tarta de queso estilo Nueva York. Curiosamente, el lugar más especializado en el tipo de tarta en cuestión que encontré no estaba en la propia Nueva York, sino en Chicago: The Cheesecake Factory, en la planta baja del edificio John Hancock (41º53’56” N 87º37’23” W). ¡Hasta 42 variedades diferentes! Naturalmente, no he parado (es un decir) hasta sintetizar una receta con un sabor similar a la maravilla que probé allí. Así que, sin más preámbulos… La receta de la tarta de queso (versión brucknerite).

Para la base:

  • 10 galletas tipo Digestive.
  • 50 gramos de nueces peladas.
  • 75 gramos de mantequilla.
  • 3 cucharadas de postre de canela molida.

Para el relleno:

  • 600 gramos de crema agria.
  • 450 gramos de queso tipo Filadelfia.
  • 3 huevos.
  • 4 cucharadas soperas colmadas de azúcar.
  • 2 cucharadas de postre de esencia de vainilla.
  • La ralladura de un limón.

Para la cobertura (topping):

  • Un bote (como de 300 gramos) de tu mermelada favorita (no lo usarás entero).
  • Algún tipo de fruta al gusto, que combine bien con la mermelada.

Base de la tarta de quesoPara preparar la base hará falta un molde normal de tarta (no es necesario que sea desmontable). Yo tengo uno de 22 centímetros, de cristal . También necesitarás algún tipo de robot de cocina, picadora o mucha paciencia y un almirez. Vamos allá:

  1. Triturar las nueces en la picadora hasta que queden con un grano medio (1 ó 2 milímetros).
  2. Hacer lo mismo con las galletas.
  3. Mezclar todo con la canela.
  4. Sobre el molde de la tarta, verter la mezcla anterior e incorporar la mantequilla. Amasar con las manos hasta que se forme una masa uniforme.
  5. Extender la masa uniformemente por el molde. Sobrará un poco para los bordes.

Ingredientes para el rellenoMientras preparas el relleno, deberías encender el horno y precalentarlo a 190 °C. La bandeja debería estar baja, porque si tu horno tiene resistencia superior, no interesa que la tarta se haga por arriba (aunque sí que el borde tome un poco de color). Comencemos ahora con el relleno:

  1. En un bol grande añade el queso Filadelfia y ablándalo, por ejemplo, aplastándolo con un tenedor.
  2. Añade los huevos y mézclalos con el queso.
  3. Incorpora la crema agria sin batirla. Se trata sólo de mezclarla uniformemente con los demás ingredientes; no queremos que haya aire en la masa.
  4. Añade el azúcar. Puedes poner más si eres muy goloso, pero la tarta ya es potente de por sí. Avisado estás.
  5. Ralla la piel de un limón (lavado, claro) sobre la mezcla, con cuidado de usar sólo la capa más externa, que lleva la esencia. Recuerda, lo blanco del limón amarga. Da unas vueltas más, y ya está.

Masa de la tarta de queso, mezcladaAhora hay que verter la masa anterior, que tendrá la consistencia de una crema, sobre el molde con la base ya preparada, y meterlo en el horno alrededor de 40 minutos.

Una nota importante: esta tarta no sigue la regla habitual de que está hecha cuando metes un tenedor y sale limpio. Si haces eso, aunque esperes una hora, el tenedor siempre saldrá con restos de masa y la tarta se tostará demasiado por arriba. También se agrietará, y hay que intentar evitar que eso ocurra, porque es signo de que se ha secado demasiado. Para que no se agriete, es buena idea no dejar la tarta dentro del horno mientras éste se enfría, y pasar un cuchillo por el borde para separar la tarta del molde una vez que esté fuera. De todas formas, todavía no he conseguido hacer ninguna que no se haya agrietado al menos un poquito, así que siéntete libre de experimentar con los tiempos.

Tarta recién sacada del hornoFalta dejar enfriar unas horas antes de preparar la cobertura. Ésta puede ser tan sencilla como una capa de tu mermelada o confitura favorita (sale bien con melocotón, albaricoque, arándanos, fresa…) o un poco más elaborada. Lo que sigue sólo es un ejemplo de lo que puedes hacer:

  1. Toma unas cuantas fresas o fresones, quítales el pedúnculo y córtalas a lo largo.
  2. Ponlas en un plato y mételas 30 segundos en el microondas a máxima potencia.
  3. Colócalas sobre la tarta, y cúbrelas con mermelada de fresa.

La tarta de queso terminadaNo importa lo simple o compleja que sea la cobertura que se te ocurra; las fotos de este artículo corresponden a una tarta cubierta tan solo con mermelada de arándanos. Un último aviso: la tarta estará mucho más rica si la dejas reposar en el frigorífico durante uno o dos días, cubierta con plástico de cocina.

Todavía no he acabado con esta receta. Probablemente, la próxima vez usaré galletas de tipo María para la base, y quizá reduzca las nueces y añada almendras. Ya veremos.


Comentarios

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4 respuestas a «El Experimento Filadelfia-y-crema-agria»

  1. Wow, me la apunto. Estoy salivando, es que he desayunado poco, es la hora de comer y no creo que pruebe bocado hasta dentro de, al menos, 2 horas. Qué se le va a hacer…

  2. Si la haces, cuéntame qué tal te sale. Cuando la saco en una fiesta desaparece tan rápido que a veces se oye un estampido sónico 😉

  3. Me parece fatal que no las subas a cookel, y peor que no nos hayas traído una

  4. Ambas cosas tienen remedio, pero tienes que tener paciencia…