La historia ha sido injusta con la Stasi (el antiguo Ministerio de Interior de la Alemania del Este). En realidad, sólo estaban “inventando” Facebook al compilar sus famosos archivos. Zuckerberg sólo tuvo que añadir un poco de salsa dospuntocerista al plato y —muy importante— el botón de “me gusta”: la Stasi había apostado por un primitivo “lo odio” basado en ejecuciones secretas, que se reveló poco popular entre la población (cuando pudieron expresarlo con libertad, es decir).
Quizá penséis que me estoy pasando varios pueblos, y quizá llevéis razón. Lo cierto es que muy poca gente es consciente de la magnitud y el detalle del seguimiento al que Facebook nos somete. ¿Qué porcentaje de usuarios habrá recorrido las páginas de configuración de privacidad editando sus ajustes por defecto? Cambiar el grado de publicidad que se le da a algunos aspectos de los perfiles puede requerir hacer clic hasta siete veces en una estructura laberíntica, con múltiples enlaces de distracción y saltos mortales hacia otras páginas. ¿Alguna vez habéis contemplado, en detalle, la magnitud de los datos y de los controles sobre ellos que Facebook recoge en sus perfiles?
Aquí tenéis un diagrama de cada elemento configurable (cuidado, ocupa más de un mega). Pese al tamaño, no puedo afirmar que sea completo. En particular, dentro de las páginas de ayuda podrían esconderse más ajustes, como el fundamental de “borrar el perfil”. Familia, amigos, direcciones físicas, de correo electrónico, teléfonos móviles, tarjetas de crédito, fotos, juegos, grupos, cosas que “te gustan”, filiación política y religiosa… Todo ello aportado libremente por el usuario, que se convierte de este modo en el informante perfecto: fuente de primera mano y que paga por ceder los detalles más íntimos de su vida a cambio de cotillear un poco en las vidas de los demás. Y, no lo olvidemos, regido por unos términos de servicio que cambian constantemente para permitir, paulatinamente, una mejor explotación por parte de Zuckerberg y sus esbirros del archivo de datos personales más jugoso desde los tiempos de la República Democrática Alemana.
Actualización: Mi hosting habitual de tres al cuarto para cosas que no caben en Flickr o Picasa (por tamaño o tipo de fichero) va a dejar de serlo en breve. Ahora el enlace de la imagen debería funcionar.