Matemáticas y política son improbables compañeros de cama… solo si “eres de letras”, en el sentido más peyorativo de la expresión. Observad qué gráfica tan interesante se ha currado @eulez en su blog Las Historias Eulerianas:
Salvando las legislaturas de Rodríguez Zapatero, el ajuste de la recta de regresión parece lo suficientemente bueno como para conferir a la evolución del voto socialista un aire de inevitabilidad que los mismos cuadros del partido comparten (al menos, según afirma un amiguete “de dentro” que no nombraré a menos que él me dé permiso). Según su hipótesis, la evolución sociológica a nivel local de España —es decir: chalets-VPO, polideportivos en cada barrio y autopistas a cada pueblo— hace inevitable un viraje progresivo hacia lo conservador en lo económico, y por contagio en lo social. Es un punto de vista cómodo: hagan lo que hagan, terminarán perdiendo todas las elecciones. Por tanto, la estrategia del partido debe consistir en defender un “núcleo duro” de votantes emocionales (de dos clases principales: “felipistas nostálgicos” y “gentes de bien alérgicos al PP”) y asegurar así puestos de trabajo en la Administración para una élite reducida. Preguntad por la FSM si tenéis alguna duda de que es así como funciona.
Sin embargo, es un hecho que el voto socialista es mayoritario entre los votantes que se consideran “de izquierdas”. Por ello, y debido también a que la ley electoral es la que es (quincemayismo aparte, eso no va a cambiar salvo revolución), la única solución para volver al poder es “envainársela” y crear una alternativa de izquierdas agregada. ¿Suena antiguo lo de “frente de izquierdas”? Los que dicen eso no van a votar al PSOE ni más a la izquierda, así que son perfectamente irrelevantes para este debate. Es mucho más importante corregir la enemistad secular entre socialistas y el resto de la izquierda. Para ello, propondría lo siguiente:
- Renovar toda la cúpula del PSOE, colocando en puestos de visibilidad a gente de segunda y tercera fila junto con “fichajes” relevantes –gente respetable y respetada, pero sin historia política. Todos los “barones” deben irse, sin excepción.
- Convocar un “congreso ecuménico”. Una asociación civil (no el PSOE ni IU) debería llamar a militantes y simpatizantes de toda la izquierda a reunirse para plantear un programa común, realista a corto plazo y ambicioso a largo. ¿Hay alternativas? Que se sepa. Las claves del congreso: comisiones transversales (sin mayorías de un mismo origen), no al voto partidista, necesidad de acuerdos clara –con referencia, si es preciso, a una “segunda transición”.
- Plantear, a la salida de dicho congreso, una coalición de izquierdas para las próximas elecciones. El candidato no deberá ser un cuadro del PSOE, pero el partido sí tendrá que estar representado en proporción a su peso en la coalición resultante.
¿Qué evitar? La pureza ideológica, las enemistades personales, las purgas, las escisiones (no las corrientes, son inevitables en cualquier partido de izquierdas con más de dos afiliados), el hooliganismo, el “que no, que no, que no nos representan” (tuvo su momento, pero hay que pasar página algún día), las alusiones a la historia reciente (incluso a la II República) y a lo perversos que son “en el otro lado”, lo dura que es la crisis y lo mal que está el servicio.
La estrategia tiene que ser a largo plazo: mucho trabajo local, porque es en los ayuntamientos donde se ventilan la mayor parte de los asuntos que la gente experimenta en su día a día. Asambleas para fomentar la participación ciudadana. Debates públicos. Educación política para las masas. Ideas originales, en lo social y en lo económico, que puedan servir de banderín de enganche de unos y otros. En el horizonte: la reforma de la ley electoral, la reforma constitucional, la República, pero también el equilibrio presupuestario y cómo conseguir en el futuro algo que podamos llamar prosperidad sin crecimiento (desde mi punto de vista, algo así requiere una macroeconomía mucho más planificada que ahora, casi comunista, junto a libertades microeconómicas claramente protegidas).
¿Imposible? Por supuesto. Intentémoslo.
Comentarios
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6 respuestas a «La regresión del PSOE»
Cómo mola. Has escrito lo que yo quería decir de otra forma. Creo que es la primera vez que me pasa…
Es interesante lo que cuentas de tu amigo. Confirma que el PSOE ha entrado en una dinámica de caída en picado que no le lleva a ninguna parte. Razón de más para la refundación y el cambio completo de estrategia. Pero probablemente ya sea demasiado parte del sistema como para que eso ocurra. ¿Desaparecerá como UCD/CDS? En mi opinión si sigue en este plan es lo que le va a ocurrir.
Lo malo es que nadie nos hará caso a esto que decimos, es lo malo de la egoblogoirrelevancia. Si fuésemos Ignacio Escolar o algo. Podríamos decirle algo en el tuiter, para que nos haga publicidad XD
Aun a riesgo de parecer un radical atolondrado, diré que la desaparición o reducción a la irrelevancia del PSOE no sería una pérdida insuperable. Cierto, la UCD pasó de ser un partido de gobierno a nada en un par de legislaturas, pero sus votantes no se disolvieron (estoy pensando en el antidisturbios que se encara con el manifestante y le espeta a voz en cuello “se me disuelva, coño”). Dicho de otro modo: los que votaron UCD no se encerraron en sus casas y se convirtieron en tristes y nostálgicos abstencionistas por el resto de sus días. Sospecho que la mayor parte sigue viva, en activo y votando… otra cosa. Otra cosa ideológicamente cercana, con una sigla de dos letras iguales.
El PSOE puede desaparecer, sí. Pero sus votantes no lo harán, y su absorción por el PP requiere de este último unas dotes contorsionistas y de estiramiento jamás vistas en democracia. Ni siquiera los regímenes de partido único afirman que su partido cubre todo el espectro político posible, salvo migajas en las esquinas: el chiste está, precisamente, en que todos los ciudadanos se adscriben “voluntariamente” a su ideología, y el que no lo hace es un enemigo del Estado, del pueblo o de ambos. Entiendo, desde la perspectiva de un votante habitual de IU, que los votantes socialistas son “de derechas”: ¡es cierto! Es más, es trivial. Claro que son de derechas. De su derecha. Pero eso no los coloca, automáticamente, a tiro de un PP que ya cubre las necesidades políticas y morales de criptofalangistas, demócratacristianos, apolíticos-de-toda-la-vida y anarcocapitalistas montaraces. Puede que sean más timoratos en lo que concierne a efusiones de pedigree rojo, pero en general son personas que quieren para los demás tanta libertad como ellos tengan, y un Estado fuerte que nos proteja de caer en las garras de la pobreza más abyecta.
El escenario más dañino para los intereses de la izquierda, sospecho, no es que desaparezca el PSOE, sino que se mantenga años y años en un estado latente. Dañado, incapaz de renovarse, perdiendo apoyos muy lentamente. La ley electoral garantiza una cadena de mayorías absolutas para el PP mientras no surja una alternativa creíble, lo que no sucederá: ya hay un partido mayoritario ocupando espacio en la izquierda. No lo suficientemente grande para ganar, ni lo suficientemente pequeño para tragarse su orgullo colectivo y formar parte eficaz de una coalición. Un “perro del hortelano” político. A los populares les interesa esto, e intentarán por todos los medios que así sea en el futuro. De hecho, así es en la Comunidad de Madrid: ni siquiera estoy haciendo extrapolaciones particularmente valientes.
Me alegro de haber resonado en la misma nota que tú, y opino que es una pena no ser Ignacio Escolar para darle más dimensión a este debate. Pero, ¿quién sabe? Tal vez algún día…
¿Y la deriva derechista del PSOE desde Felipito paralela a la regresión? ¿Qué?
El PP apenas ganó votantes en las últimas, el PSOE se dejó 4 millones.
Es el PSOE traidor a su electorado el que no deja de defraudar y engañar cuando gobierna.
ZP fue un espejismo (“no nos falles”) que hizo olvidar el camino emprendido por el Felipismo.
Hasta que confirmó que aún podía ser peor.
Económicamente escudándose en la crisis, aplicó políticas de derechas, negando las medidas de izquierdas (leer a economistas como Vicenç Navarro o Juan Torres-López) medidas que se esperan de un partido Socialista y Obrero. O eso dicen que lo son.
El PSOE se hunde por sí mismo. De ciegos irse por las ramas sobre la evolución sociológica, en donde es el propio PSOE el gran instigador del pensamiento conservador (p.ej. Si Pablo Iglesias levantara la cabeza para ver partirse el pecho aplaudiendo sus diputados a un Borbón ejerciente).
Y sería de locos coaligarse con un peso muerto como el P$_€. Es tiempo de IU, de Equo, Compromis, y otros. Esa sí es la semilla.
Respeto tu punto de vista, pero me gustaría instarte a que pensaras dos veces en las consecuencias que tu toma de postura tiene para el futuro de la izquierda. Necesitas hacer más amigos para ganar al juego al que jugamos; y a la vez que estoy de acuerdo contigo en que una coalición con el PSOE (no digas “P$_€”, por favor; yo aprendí la inutilidad de esa pulla con “Micro$oft”) es, decía, peligrosa, también reconozco la imposibilidad, hoy por hoy, de sacar adelante una mayoría basada en IU, Equo, Compromís y demás. Los que nos consideramos de izquierdas tenemos que aprender a relacionarnos mejor con la realidad: somos cuatro gatos. Cuatrocientos mil. Pero los peces chicos pueden comerse al grande, y lo han hecho rutinariamente en el océano de la historia. Sólo hace falta una estrategia…
Hoy por hoy no hay “PSOE” en sus cuadros dirigentes, lo llevan demostrando camino de los 40 años que son P$_€, y por eso los nombro así como denuncia de la hipocresía económica falsariamente socialista de los dirigentes, no como un insulto al partido como organización y menos a sus bases. Mis disculpas si así pareció.
No dudo que quien de buena fe aún los quiera ver como PSOE como única alternativa de izquierdas. Pero ser de izquierdas y socialista no consiste en simplemente en no llamarse PP siendo la otra cara de la misma moneda. Consiste en actuar como socialista, de izquierdas. Y han dado muchos ejemplos de actuación en acuerdo con el PP mientras se pintaban de rojo distrayendo a la ciudadanía con palabrería y fuegos artificiales.
Veremos si en el próximo congreso deciden seguir los mismos con el mismo discurso y objetivos que ha alejado a tanto votante. Votantes de izquierdas, me subrayo, que NO decidieron votar al PP al hacerse supuestamente más conservadores. Simplemente defraudados y engañados por el PSOE, se quedaron en casa o votaron opciones de izquierdas.
Con el felipista Rubalcaba y con la zetapista Chacón, me temo que plantean un más de lo mismo confiando a que el esperable apriete salvaje de tuercas que haga el PP asuste y vuelva al redil el voto acrítico lanar.
Hoy por hoy no funciona la llamada al voto útil, o al PSOE como aglutinante frente al PP. Simplemente han demostrado que pueden ser tan nocivos para su electorado natural de izquierdas, como el PP, y a los hechos me remito.
Mientras cambian de esloganes y frases para seguir los mismos con lo mismo engatusando, caerá hasta el Gobierno Andaluz.
Bajo mi punto de vista, el problema fundamental del PSOE es la pérdida de confianza, credibilidad, imagen… reputación en una palabra. En marketing se suele decir que eres tan bueno como la última acción que has realizado.
La ultima acción del PSOE (antes de perder las elecciones) ha sido catastrófica: modificación de la Constitución a instancias de los “mercados”, dilapidación de su programa electoral doblegándose a los dictados de esos mismos “mercados” y, en última instancia, obviando su segmento de mercado (perdón por llamarlo así) en favor de no se sabe bien que otro con la consecuente pérdida del primero (el descalabro en votos ha sido estupendo).
La recuperación de la reputación depende de los dos factores que la componen: imagen y tiempo. La imagen deben tratar de recuperarla en breve, renovando la cúpula (tener un candidato a la presidencia de más de 56 años no es bueno, ni para ellos ni para el pais), abriendo el proceso de elección del secretario general a TODOS los afiliados (es posible que también a los simpatizantes) en un verdadero ejercicio de democracia interna, adoptando como propios principios de transparencia que han hecho que sus votantes emigren a otras opciones con el objetivo de reforzar esa “imagen corporativa”; el tiempo (lo que dura la legislatura) tendrán que mantenerlo realizando una oposición que de alternativas, y que se acompañe de un verdadero ejercicio de comunicación corporativa. Con esto, es posible que en las siguientes elecciones generales puedan conciliar un frente común de izquierdas.
Perdón por el rollo… y sólo una última nota sobre la evolución del voto y la evolución sociológica local de España: todo el mundo quiere vivir bien y el que vive bien no quiere dejar de hacerlo. La diferencia entre alguien de izquierdas y de derechas es lo que se hace con el dinero que nos sobra (si se quiere emplear en que el resto de la gente también viva mejor o… no.
Excelente blog!
Un saludo