Peter Griffin, protagonista de Family Guy, mira las cosas que hace alguien a su lado.

Coleccionando cosas nazis

Yo colecciono cosas. Por ejemplo, navecitas de Star Trek. ¿Diríais que soy trekkie?

Seguramente sí. Pero, ¿y si coleccionara cosas nazis? ¿Por qué entonces lo obvio, de repente, deja de ser evidente y se pierde en un marasmo de justificaciones psicológicas, comentarios historicistas y derechos legales?

Efectivamente —podría decir—, la cosa no es tan sencilla. Pero ¿no sería exactamente eso lo que diría si estuviese intentando desviar la atención sobre el hecho de mi filonazismo? Un «no es lo que parece, cariño» de manual.

No hay más que verme —quizá diría también—, soy todo lo contrario de uno de esos brutos con la cabeza rapada. Justo, también por casualidad, como tantos y tantos nazis convictos y confesos que, desde la seguridad de una oficina con calefacción, se dedicaron a organizar las tripas de un régimen para el que cualquier palabra de censura se queda corta. Y la mayoría de ellos no parecían seres rabiosos. No parecían nazis.

Efectivamente, podría ser que yo tuviera una colección de memorabilia nacionalsocialista y que no fuera nazi. Pero es poco probable. Muy. Poco. Probable.

🔓 (En abierto: el acceso puede haber sido revocado)
nytimes.com/2023/09/29/opinion


Nota original en el Mastodón de @brucknerite (podría haber sido borrada).