Hoy, por la bárbara celebración del día de pi, basada en un formato de fechas por el que los dioses de la lógica y de los estándares ISO castigarán por siempre a los países anglosajones, recupero un textito de 2009 sobre la historia de las aproximaciones de la razón entre la longitud de una circunferencia y su diámetro:
Lo dice la Biblia, así que es tres y punto. No «tres punto…», sino «tres, y punto». A Yavé no parecen gustarle las medias tintas, así que si hay que mandar osos a despedazar a unos chavales por mofarse de cierto iluminado, o si fulanito debe morir por llamar al 807 de un adivino (o consultarle algo al inocente Baal-zebub, que para la época debía equivaler), pues venga, que llego tarde al holocausto. […]
He remasterizado el texto de 2009, añadiendo alguna nota al pie para explicar qué era eso de 807 para gente que no usa ya los teléfonos para llamar (bien hecho). Con vosotros, después de quince años acumulando polvo virtual: «Pi es tres».