Se me pasó esta noticia: Tesla sorprende con su primer tren eléctrico con capacidad para 500 personas y billetes gratuitos (Computer Hoy). O aquí: Tesla Launches First All-Electric Train in Germany (EV Magazine). O aquí: Tesla unveils world’s first electric ‘Giga Train’ that seats 500 with room for bikes – & passengers can ride it for free (The U.S. Sun). O aquí: Tesla launches world’s first all-electric ‘Giga Train’ with mind-blowing passenger capacity — and it’s free to ride (The Cooldown). O en la fuente oficiosa de todo lo Tesla, un poco menos hiperventilado: Tesla train at Giga Berlin will take over 4,000 people to work daily (Teslarati).

Y no. Pese a lo que sugieren los titulares —¡y los artículos, en casi todos los casos!—, Tesla no ha construido un tren. Tesla no es la milagrosa fábrica de artilugios tecnológicos de Willy Wonka, y no puede ponerse a fabricar cualquier cosa simplemente por la voluntad de Iron Man Elon Musk. Fabricar trenes es una cosa muy seria, como saben bien nuestros queridos compatriotas de CAF, Stadler y hasta en Talgo. No se improvisa en dos días, en dos meses y ni siquiera en dos años.

Es sencillamente flipante que los mass media traten a su querido archimillonario con esa falta absoluta de espíritu crítico. O debería decir «sigan tratando», porque a estas alturas de la historia está más que claro que Musk es un idiota malvado y ebrio de dinero con dos o tres buenas ideas en toda su vida que ha sabido, por una combinación de carisma, suerte e inconsciencia, auparse hasta la posición de «Edison de nuestro tiempo» (que también, menuda pieza, Edison).

Los medios especializados del sector ferroviario son un poco más objetivos: New Siemens Hybrid Trains Begin Operation at Tesla’s Factory in Germany (Railway Supply). El resumen: Tesla ha contratado un tren chárter con la operadora NEB en la red de cercanías berlinesa, quienes ha alquilado dos ramas del modelo Mireo Plus B híbrido con pantógrafo y baterías de Siemens Mobile —y las opera en doble composición, es decir, las dos juntas— a través de la empresa que gestiona el arrendamiento de material rodante de Siemens, Smart Train Lease.

Es decir: Tesla ha puesto dinero y un par de vinilos con la leyenda «Giga Train» escrito con la caligrafía propia de un gorila puesto de anfetas tan del gusto de su dueño porque necesita más a los trabajadores en su fábrica de Berlín a la hora que la mala publicidad que resulta de reconocer, siquiera implícitamente, que su gente llega mejor así que conduciendo. Por las mismas, también han contratado una línea de autobús de empresa para hacer lo mismo. Lo que también reporta Teslarati como si fuera noticia que una empresa les ponga un autobús a sus trabajadores.

En fin, viernes. Yuju.