En 1967 todavía no estaban claras las posibles consecuencias de una exposición de larga duración a una fuente de rayos X. Es por ese pequeño detalle y por la dedicación a la causa científica del doctor Joseph A. Meidt que hoy podemos disfrutar de películas tan ilustrativas para trompistas, trompetistas y otros devotos del viento metal como ésta:
Meidt, en su tesis doctoral de 1968 A Cinefluorographic Investigation of Brass Instrument Performance, registró este documento hoy en día imposible sobre la posición de la mandíbula, la lengua y el resto del aparato fonador durante la producción de sonidos para los diferentes registros de la trompa y la trompeta. Afortunadamente, el ingenio de científicos como el doctor Matthias Bertsch (alias Dr. Trompeta) ha permitido avanzar en el espinoso campo de la fisiología aplicada a la producción del sonido musical sin necesidad de irradiar en aras del progreso a más sufridos voluntarios. Avances en el campo de la cinematografía endoscópica de alta velocidad o inventos como las embocaduras transparentes permiten comprender mejor los mecanismos sonoros del viento metal, al tiempo que sirven como recursos didácticos para principiantes y aficionados.
¿Y mi querida flauta? Lamentablemente, la duración de la exposición sólo es uno de los problemas a la hora de plantearse un registro con rayos X de la producción del sonido flautístico. La peculiar forma de sujetar el instrumento, única entre los vientos, dificulta considerablemente la obtención de planos radiográficos con suficiente nivel de detalle. Sin embargo, esto no ha arredrado a algunos valientes. En 2004, con un tiempo de exposición máximo de 3 minutos y una postura bastante forzada, se grabaron unos documentos gráficos incomparables que podéis contemplar en la página web de Larry Krantz.
¿Conocéis vídeos de rayos X para otros instrumentos como el oboe o el clarinete? Si es así, dejad los enlaces en los comentarios. ¡Gracias!