Una persona en primer plano, de espaldas, con una sudadera con capucha (puesta) estampada de camuflaje caqui con el lema en la espalda, en letras muy grandes, "ANTI SOCIAL SOCIAL CLUB". Al fondo, desenfocado, un Mini Morris clásico de color beis en un descampado con algunas construcciones pequeñas más lejos.

El futuro de los blogs

Queridas lectoras, sois pocas1. Y no lo digo con el amargo reproche de quien piensa que deberían hacerle más casito2, sino que estoy dispuesto a apoyar mi afirmación con datos. Según este sitio que acabo de encontrar, hay 60 millones de blogs solo en la plataforma WordPress.com, que generan alrededor de 20000 millones de páginas vistas al mes. Eso hace un total de 333 páginas vistas al mes por blog de media, u 11 páginas al día.

Tiene toda la pinta de que las páginas vistas de un blog se reparten según una distribución de ley de potencias. O dicho de un modo menos pedante: hay unos pocos blogs muy populares, y muchísimos totalmente desconocidos. Una «larga cola» de segundones entre los que estaría este blog, mi casa en internet, ergo la vuestra. Por encima de la media del ramo con sus 57 páginas vistas por día durante los últimos doce meses, pero muy lejos de codearse con los guays del patio. No conservo estadísticas de hace diez años, pero mi memoria quiere recordarme cifras que indican que entre 2010 y 2015 brucknerite (con minúscula) tendría entre el doble y cuatro veces más tráfico que ahora.

He empezado con datos y terminado con algo peor que una anécdota: el recuerdo impreciso de una. Una deducción a vuelapluma sería que esta caída es justo lo esperable. Los blogs lo fueron todo, brillaron con fuerza y ahora son un rescoldo de su pasado. Google Trends parece estar de acuerdo:

Gráfico que muestra la frecuencia relativa de la aparición de la palabra "Blog" en los términos de búsqueda en Google de todo el mundo, desde el 01/01/2004 hasta hoy (junio de 2025). El gráfico empieza con una frecuencia relativa de 20, crece relativamente rápido para alcanzar su máximo en julio de 2009 (100, claro) y desde ese momento comienza un lento descenso hasta los 12 puntos actuales.
La evolución de la popularidad del término «blog» en las búsquedas globales de Google entre enero de 2004 y junio de 2025. (Fuente: Google)

brucknerite nació en 2007, alcanzó su momentito de atención en la red alrededor de 2010 y desde entonces ha ido bajando en audiencia. No puedo saber si la caída estuvo relacionada con que en 2021 algo (¿qué habría sido, guiño, guiño, codazo, codazo?) casi se cepilló el blog, sin entradas nuevas entre febrero de 2020 y mayo de 2022. Por otro lado, en 2023 decidí darle algo de pulso, hice limpieza y aquí estamos. Solo tengo un año y tres meses de estadísticas (sin cookies) y no muestran ninguna tendencia. Lo que se llama en mi casa «ni crecer, ni menguar, ni echar flores».

¿Qué, también casi, mató a los blogs? Quizá el cansancio, la profesionalización de sus exponentes más populares o el asteroide caído del espacio en forma del despegue de Facebook:

Número de usuarios activos mensuales de Facebook en todo el mundo. Alcanza los 2797 millones en 2020, y el despegue coincide, más o menos, con el máximo de popularidad de los blogs en 2009.
Número de usuarios activos mensuales de Facebook. En junio de 2025 son ya 3040 millones, lo que significa que el crecimiento se ralentiza. Fuente: Statista, Facebook, Internet World Stats.

Quizá también tenga que ver con todo esto un hecho más oscuro y técnico, el enterramiento paulatino del protocolo RSS, un estándar abierto y fácil de implementar que permite liberar las piezas —texto, imágenes, audio, vídeo, lo que sea— de su formato para alimentar aplicaciones específicas, los lectores RSS, con las publicaciones de cualquier fuente que implemente el protocolo. Este blog tiene su fuente RSS en https://brucknerite.net/feed. Mi dirección social en el Fediverso también tiene una: https://social.brucknerite.net/@brucknerite.rss, y de hecho cualquier destino en Mastodón (un usuario, la línea de tiempo de un servidor, una etiqueta…) puede verse desde un lector RSS simplemente tomando su dirección web y añadiendo .rss al final. Las redes sociales fueron las primeras grandes culpables de esta debacle. Dejaron de implementar RSS para evitar que se pudieran extraer fácilmente «las cosas de dentro» para verlas «fuera». El objetivo: poder recopilar el comportamiento del usuario en todo momento, refinar los datos y convertirlos en una fuente de ingresos para publicidad segmentada.

Por cierto, ¿Bluesky, la red social «abierta y federada»3, implementa RSS? Sí, lo hace. Pero lo hace mal. Los enlaces aparecen como texto plano y no hay soporte para imágenes. Implementaron sus feeds RSS hace un año anunciándolos a bombo y platillo, en plan «nosotros somos los buenos y te damos libertad para que leas lo que quieras de aquí donde quieras». Pero saben, como todas las redes sociales que dependen del capital-riesgo, que RSS es una brecha por donde podrían escapar los jugosos datos de comportamiento de sus usuarios que ya están recogiendo y que, más tarde o más temprano, terminarán en la monetización de la plataforma mediante publicidad segmentada. Los dueños de la red descentralizada más centralizada de la historia solo terminarán de implementar sus feeds RSS si están seguros de que nadie, o casi, los usarán.

Captura de pantalla de una ventana de navegador que muestra la aplicación web FreshRSS y un tut de Mastodón que contiene enlace e imágenes.
Captura de pantalla de mi navegador con la aplicación web FreshRSS, mostrando un tut de Mastodón, con sus enlaces e imágenes.
Captura de pantalla de una ventana de navegador que muestra la aplicación web FreshRSS con un mensaje (¿bluit?) muy similar al anterior, pero en el que no sale ni la imagen ni el enlace (solo aparece como texto).
Captura de pantalla de la misma aplicación con un bluit (?) donde no hay imagen (aunque en origen estaba) y un enlace solo como texto.
Captura de pantalla de una ventana de navegador que muestra la aplicación web Bluesky con el mensaje (¿bluit?) anterior en su formato nativo. Tiene imagen y enlace con forma de tarjeta.
La aplicación de Bluesky, mostrando el mismo elemento con su imagen y su enlace, bellamente formateado como una tarjeta.

¿Qué nos deparará el futuro? Lo que busque una rentabilidad está prácticamente obligado a minar a sus usuarios para extraerles todo su comportamiento. Es una fuente potencial de dinero, y los inversores no van a perder la oportunidad de arramplar con todo. Por otra parte, lo que esté basado en plataformas abiertas y colaborativas no tiene esa presión. Un yin capitalista frente a un yang socializado. Los buscadores, infraestructura cara y por tanto muy expuesta a la tentación del capital-riesgo, han venido degradando al blog tradicional en sus resultados de búsqueda. Cada vez llega menos «tráfico orgánico»4. Y la toma al asalto de los LLMs de todos los textos publicados en internet exacerba esa tendencia: ¿para qué navegar a ningún sitio si el propio motor de búsqueda nos cuenta, con «sus palabras», lo que queríamos leer?

Quizá lo que quede más allá de la cúpula del trueno de la IA sean las redes de mensajería, digitales o incluso analógicas, donde personas reales se intercambien direcciones de sitios de confianza escritos por personas reales al estilo de los viejos directorios de enlaces. Seguiremos siendo pocas, pero estaremos vivas.


  1. Hola. Esto que acabo de hacer se llama «plural femenino genérico». Sé lo que dice la RAE («El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino»). Estoy totalmente de acuerdo en que las construcciones que duplican masculino y femenino sin más motivo que sonar inclusivas son artificiosas y van contra el principio de economía en el lenguaje, de modo que de vez en cuando hago mis plurales genéricos en femenino. Aparte de preguntarme por qué el masculino se considera «no marcado» (sé la respuesta, gracias: es la gramaticalización de un uso histórico y por tanto fosiliza en el idioma una preferencia innecesaria), también me pregunto por cuál es el motivo por el que este uso, consciente y no originado de ningún desconocimiento gramatical por mi parte, resulta para algunos tan molesto. ↩︎
  2. Pero el casito se agradece, naturalmente. ↩︎
  3. Sí, son comillas relativizadoras, irónicas o, vertiendo el inglés scare quotes sin anestesia, «de miedo». ↩︎
  4. Tráfico procedente de los buscadores. Es decir, de Google. ↩︎
Reacciones en el Fediverso

Comentarios

3 respuestas a «El futuro de los blogs»

  1. […] es muy de nicho, ¿no?» ahora tendría… Diez o quince euros. ¿Pensabais que serían más? Ya dije por aquí que no erais muchos, queridos lectores. Pero la impresión persiste. Divulgar sobre movilidad es «muy de nicho». […]

  2. @blog

    "cualquier destino en Mastodón (un usuario, la línea de tiempo de un servidor, una etiqueta…) puede verse desde un lector RSS simplemente tomando su dirección web y añadiendo .rss al final. "

    No conocía este detalle, muy interesante. Gracias

  3. @blog Yo leo regularmente un montón de blogs. Y todo gracias al inestimable y genial RSS.

    Y mientras exista esa posibilidad, de ahí no me bajo. 🙂