Hoy, en «Cosas que no me gustaban y que resulta que echo de menos»… Los rankings de charlas Naukas.
Veréis. Llevo dando charlas en eventos Naukas desde 2014. Ya ha llovido. Por aquel entonces, y después de cada evento, era relativamente habitual encontrarse algún blog con un ranking de charlas. O, simplemente, un comentario dedicado a las que más le hubieran llamado la atención al autor. Incluso en algún caso de retorcimiento colmillístico, las que más hubiera odiado, porque siempre ha habido gente que a internet venía ya enfadado de casa.
¿Por qué no me gustaban? Siempre pensé que en Naukas había un poco de todo para todos, y que este tipo de selecciones solo conseguían ocultarle al lector charlas que podrían haberle interesado. Hasta aquí el argumento educado. Hay otro menos presentable en sociedad, y que se resume en que yo, simplemente, nunca aparecí en ningún ranking. Al menos que recuerde. Y eso que he tenido alguna charla con cierta repercusión. La primera de las que di, sobre el accidente de tren de Santiago de Compostela, ha sido para mí durante mucho tiempo un ejemplo de una charla que tenía que existir. Aunque la diera un orador terriblemente bisoño.
Pero más allá de críticos del teatro del gafosismo o ejercicios más o menos alambicados de felación mutua, no deja de ser cierto que los eventos Naukas solían despertar más atención en el mundo mediático. Hoy el panorama es un erial, y no solamente en eventos con la marca casi rusa (nauka en ruso significa ciencia). Los espectáculos de divulgación científica rara vez aparecen en la sección de agenda cultural de los medios. Y esto, a priori. A posteriori es como si nunca hubiesen sucedido. Silencio de radio, ningún comentario en periódicos, y ni hablar de televisión. Una repercusión nula en blogs es solo otro síntoma más de que la divulgación científica ha salido del foco de la actualidad. O quizá, en este caso, solo se trate de que los blogs están muertos. ¿Está este blog muerto? ¿Lo estoy yo? ¿Quizá tú, lector?

Quedan aún coleando las conferencias de las fundaciones bancarias y telefónicas habituales, con su plantel de oradores bien pagados. Y afortunadamente, las butacas de los auditorios siguen estando bastante llenas. No hay ya peleas por los asientos, eso sí —el Naukas de 2015 fue algo muy loco—. Pero la asistencia parece suficiente para augurar una muerte lenta por enfriamiento termodinámico para el entretenimiento basado en la divulgación científica.
¿O volverán los eventos de divulgación al candelabro1 antes?
- Siempre me hizo gracia este malapropismo atribuido a la modelo, presentadora y actriz —mopretriz— Sofía Mazagatos. Y malapropismo no está en el diccionario de la RAE: denúnciame. Pero a los argumentos de los académicos para quitar hierro al asunto, que en efecto no es para tanto, me gustaría añadir el catálogo de traducciones al español de Apocalipsis 1:12 en diferentes versiones de la Biblia. ¿Candelabro, candelero? ↩︎
Comentarios
4 respuestas a «Cosas que no me gustaban y que resulta que echo de menos»
Hola, Iván.
Las dos mejores charlas de Naukas Bilbao 2025 en mi ranking particular fueron:
1) El telescopio de los nobeles, de Manuel Vicente (@efervesciencia)
2) La bomba lenta que arrasó América, de un tal Iván Rivera
Saludos,
Juan Carlos—
@ApuntesCiencia
Pues eso sí que no me lo esperaba. ¡Hubo charlas buenísimas! Gracias, de verdad. (¿El pago te vale en lingotes de cobre? 🤣)
Tu primera charla sería en 2014, pero desde 2011 estábamos por allí. 😉
Abrazos
PS.- Los blogs nunca mueren, sólo hibernan.
Ay, 2011. Un abrazo.