Un muro de coches arruinados por el fango de las inundaciones de Valencia, de tres o cuatro coches de altura.

La competitividad europea en el sector automovilístico

O, mejor, su falta de ella está dando de qué hablar en todas las frecuencias. Por un lado, tenemos el bombardeo constante de declaraciones por parte de directivos de los fabricantes tradicionales, llorando por cómo les hace sufrir la «forzosa» electrificación de sus ofertas y por la necesidad perentoria de ayudas públicas para que gente ya de ciertos posibles pueda alcanzar, con el empujón de los impuestos de todos, a comprarse uno de sus coches eléctricos.

En otro canal se emiten sin pausa notas de la prensa especializada sacando pecho por un fracaso: la anémica demanda de vehículos eléctricos en Europa. «No se puede forzar políticamente lo que el público no desea» podría ser una cita inventada en el espíritu de lo que se ve todas las semanas.

Finalmente, en los pocos espacios que quedan libres en las ondas tenemos los comentarios a la espasmódica reacción de la Comisión Europea estableciendo aranceles a los coches eléctricos chinos. Europa entera al borde de una guerra comercial. ¿El casus belli? Que China tiene, horror, política industrial.

Pero atención a esta cita de BloombergNEF:

Pricing is still an issue in Europe, with some automakers trying to recoup the full development costs of their EV platforms across relatively low sales volumes. The Fiat 500e for example, is priced at an almost €12,000 ($13,000) premium to the standard Fiat 500, despite only having around €3,000 worth of batteries in it, based on BNEF analysis. The internal combustion version of the Fiat 500 costs less than €19,000. Asking mass market consumers to pay over 60% more than that to go electric was never going to be a winning strategy.

«Are Global EV Sales Really Slowing Down?», BloombergNEF, 2024

Los fabricantes están intentando recuperar los costes de desarrollo de plataformas electrificadas y sus cadenas de montaje cuanto antes. Bajan las ventas, suben los precios. El ejemplo de BloombergNEF es demoledor: un utilitario Fiat 500e costaría alrededor de 12000 € más que su equivalente de gasolina pese a que las baterías que embarca tienen un valor de 3000 €. Añade humillación al insulto saber que las plataformas eléctricas son más sencillas mecánicamente que las de combustión interna. Menos piezas, mantenimiento más fácil.

Con frecuencia, quienes creemos en un porvenir más vivible afirmamos que la movilidad del futuro no será un calco de la del pasado, sustituyendo motores de combustión interna por otros eléctricos. El uso del tiempo futuro en esa afirmación, sin embargo, es puro voluntarismo. No es «será», sino «no debe ser». Tenemos en contra el interés del sector automovilístico al completo en lograr precisamente que terminemos sustituyendo turismos de combustión interna por otros eléctricos, en proporción de uno a uno, para seguir después creciendo y llenando cualquier ampliación posible de la infraestructura asfaltada de bestias de cuatro ruedas. Pero hete aquí que salta la sorpresa: una combinación de inmovilismo, cortoplacismo y simple incompetencia sobrevenida de los fabricantes europeos parece conspirar para impedirlo. Al menos, mientras los precios del combustible permanezcan relativamente bajos. Nadie paga de verdad por las consecuencias de los gases vertidos a la atmósfera.

O, mejor, lo pagaremos entre todos. Los poderes públicos deberían tomar nota: tenemos que electrificar todo el sector del transporte cuanto antes, pero financiar futuras mareas de coches a precios artificialmente inflados en vez de un desarrollo agresivo del transporte colectivo es un error.


Foto de cabecera cortesía de M.ª Jesús del Río.

Comentarios

Una respuesta a «La competitividad europea en el sector automovilístico»

  1. Creo que hay otra cita clave «International automakers are as a result quickly being squeezed out of the China market.» Las pérdidas de muchas marcas como VW tienen su origen en un colapso de sus ventas en China. Piden ayudas en Europa pero apostaron por el mercado chino como negocio principal. Y les ha fallado.