Os dejo con el vídeo de mi charla en este #NaukasBilbao24, en el que desgrané un proyecto optimista para el desarrollo de una futura economía ultraterrestre: el tren lunar. Una charla breve, un poco más que las típicas de los eventos Naukas. Quizá me pudo el entusiasmo…
En un artículo futuro incluiré, por accesibilidad, todas las transparencias que utilicé y el texto completo del guion de la charla.
¡Espero que os interese!
Comentarios
2 respuestas a «Próxima estación… ¿La Luna?»
Hola Iván. Una charla interesante, corta y amena, pero que me deja una duda. Dada la gravedad lunar y el problema de tracción que plantea… ¿no sería más adecuado un tren cremallera en vez de uno tradicional con sopotocientas ruedas? Un saludo de un viejo compañero.
Hola, encantado de verte por aquí. Espero que todo te vaya bien…
Un tren de cremallera convencional mejora la transmisión de las fuerzas cuando el tren está en un plano inclinado. No lo usaríamos para eso, sino solo para aumentar la fricción, lo que sería bueno, aunque introduciría un componente expuesto (el engranaje plano) más difícil de mantener que los raíles, a los que de todas formas no estás sustituyendo. La solución de las ruedas es mejor, porque está concentrada en el tren, dejando una vía relativamente sencilla como estructura continua. La gran incógnita, para mí, es cómo se gestiona la dilatación y contracción de los raíles. Evidentemente con aparatos de dilatación, pero ¿cómo y cuántos? ¿Cuál es tu temperatura neutra? Afortunadamente eso se puede simular bien, e incluso ensayar en la Tierra.
Otra cosa es que me hubieras dicho, en vez de un tren de cremallera, un «cable car». Ahí el problema es el cable, naturalmente, pero lo veo más mantenible que el engranaje plano. Incluso, dándole una vuelta a la orografía (que en el polo sur es complicada), quizá tendría sentido un teleférico. Aunque un teleférico no es un tren, más que nada por la limitación de carga máxima por vano entre postes. Total, un lío.