Para cambiar un poco el tono pesimista de la entrada de ayer, hoy dedicaré un ratito a recordar el único chiste de 2001: Una odisea del espacio. Cierto, 2001 no es Teléfono rojo, pero Kubrick no pudo retener su vena de humor sarcástico ni siquiera en este monumento de ciencia ficción, filosofía y arte. ¿Dónde, cuándo?
Heywood Floyd sale de la estación espacial –esa fantástica rueda doble de cuatro radios– a bordo de un transbordador lunar fundamentalmente esférico, el Aries. El viaje hacia la base de Clavius en la Luna se muestra de un modo sucinto: en un momento dado, puede verse a Floyd leyendo un cartel con instrucciones en letra muy pequeña. La cara es de espanto contenido –se trata de las instrucciones para usar el aseo. Un prodigio de usabilidad, que escribió realmente Frederick Ordway, consultor científico de 2001 y que quedaron recogidas en el libro de Jerome Agel, The Making of Kubrick’s 2001. Aquí quedan, para disfrute de los yuritrastornados y demás friquis del espacio: Sigue leyendo El único chiste de 2001