Es un dato conocido que uno de los creadores de la serie que más captura mi atención estos días (es historia alternativa y «de astronautas», caer en ese pozo era inevitable) comenzó su carrera como guionista y productor en Star Trek: The Next Generation y después Star Trek: Deep Space Nine. El currículum de Ronald D. Moore va más allá, pero con For All Mankind (Apple TV+) parece estar escribiendo algo que a ratos parece una precuela del universo trek, y en otras ocasiones la prehistoria de The Expanse.
Por eso fue tan divertido cuando paré el episodio quinto de la temporada actualmente en emisión, la cuarta, en este fotograma:
Danielle Poole (interpretada por Krys Marshall), la primera afroamericana en la Luna, está en su cuarto-despacho de la base marciana Happy Valley, hablando con alguien. Sí, es 2003 y hay una base marciana. Pero no es lo único: For All Mankind puede leerse como una Mary Sue de línea temporal en la que casi todo lo que nos hubiera dado gusto a espaciotrastornados con querencias ideológicas habituales entre izquierdistas ha terminado pasando. Hay bases en la Luna y en Marte, por supuesto, pero no solo. No cuento nada por si los spoilers, aunque hay auténticas joyas de placer culpable —terriblemente culpable— metidas ahí. Aunque esta notita solo es para contar qué libros tiene la insigne heroína del Apolo 22 en su mesa.
Hay mucho estudio bíblico por ahí, porque es creyente. Y con lo que se revela esta temporada, uno, que es ateo, entiende por qué alguien se refugia ahí. Pero…
¡Están las memorias de Nichelle Nichols, la teniente Uhura del Star Trek original! En nuestra línea temporal, la primera astronauta afroamericana fue Mae Jemison. Nichols, que trabajó tras el final de Star Trek como reclutadora de minorías para NASA, fue una inspiración para Jemison. No solo terminaron conociéndose, sino que otro «astronauta» afroamericano, LeVar Burton, el ingeniero jefe de la Enterprise-D de Star Trek: The Next Generation le ofreció un papel secundario en la serie. Así que Jemison fue también la primera astronauta de verdad en aparecer en Star Trek.
Que Poole tenga ese libro implica muchas cosas: para empezar, que en la línea temporal de For All Mankind está Star Trek. Aunque, en el más puro espíritu marysueista sabemos por el propio Moore que es así, pero que los esfuerzos de Roddenberry en la década de los setenta para crear una «nueva generación» mucho antes de la que finalmente fue dieron su fruto. Hubo una Star Trek: Phase II (así se iba a llamar aquella serie), quizá con su oficial científico Xon1 y sin Spock. Y la primera película de la franquicia fue The Wrath of Khan y no The Motion Picture.
¿Habría sido la heroica Dani un personaje secundario en esa serie? En un universo en el que tantas cosas salen «bien» (aunque no necesariamente para los protagonistas de la historia, que sufren a paladas), es casi seguro.
- Podría decirse que sé demasiado de la historia de Star Trek para mi propio bien. ↩︎
Comentarios
2 respuestas a «Huevo de pascua espacial»
@blog bien visto.
¡Claro! Y esa era «imperdible».