La IEA nos da una buena noticia en la actualización de su hoja de ruta Net Zero 2050: la madurez tecnológica de las innovaciones necesarias para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas —es decir, no realmente cero, pero ya vamos limpiando lo que ensuciemos, en lo que es a la vez un gesto de soberbia y realismo— en 2050 ha bajado del 46 al 35 % en ¡solo! dos años.
La conclusión sigue siendo dura: superar los 1,5 °C de incremento térmico para 2050 es seguro, pero si seguimos aumentando las inversiones en electrificación, renovables y eficiencia, podemos bajar de esos 1,5 °C para 2100.
Otra buena noticia es que las contribuciones esperadas de las tecnologías de remoción del CO₂ (DACS, captura directa del aire, y BECCS, bioenergía con captura de CO₂) no son masivas. Lo que se plantea en esta hoja de ruta es fundamentalmente posible sin ellas.
La clave del éxito está en profundizar un camino que ya se ha tomado:
- Acelerar el despliegue de la generación eléctrica renovable.
- Mejorar la eficiencia energética de los procesos industriales y domésticos.
- Electrificar todo lo humanamente electrificable.
Hay que torcer el brazo de industria y políticos cuando plantean suavizar objetivos de recorte de emisiones en nombre de la competitividad industrial.
#leyendo https://www.iea.org/reports/net-zero-roadmap-a-global-pathway-to-keep-the-15-0c-goal-in-reach
Nota original en el Mastodón de @brucknerite (podría haber sido borrada).