Un cronómetro de estilo antiguo (redondo, metálico, mecánico con aguja) muestra su esfera en una mano abierta.

Doce horas y diez minutos

Hay una distancia epistemológica entre la ciencia y la política. Decir esto es una obviedad para cualquiera que haya vivido la pandemia del coronavirus. O para cualquiera que esté vivo ahora, en pleno despegue del desastre climático. Por distancia epistemológica entiendo una diferencia insalvable en el modo de conocer. La ciencia, pese a lo que se imaginan quienes no tienen el placer de tratarla de tú, es un magisterio probabilístico. Cierto que hay probabilidades tan cercanas a uno —a la seguridad absoluta— como se quiera: que un objeto soltado en el aire caerá, o que todo el aire de una habitación no se concentrará por casualidad en una esquina. Pero otras no son tan acomodables a una categoría discreta. Toda la turbulencia, ese fenómeno mágico que surge de la complejidad de tantos sistemas, se atiene a probabilidades menos seguras. ¿Lloverá mañana? ¿Cuál será la temperatura media del agua del Mediterráneo dentro de cien años? ¿Qué debería ocurrir si cerramos los ojos a las señales y seguimos quemando todo lo que caiga en nuestras colectivas manos de Homo œconomicus?

La política, y más concretamente la política ejecutiva, eso que llamamos el mando en plaza de nuestros gobernantes, se rige por criterios discretos. O se hace o no se hace. Uno puede intentar hacer a medias, pero la media tinta es solo una aplicación discreta de una medida en un ámbito restringido. O se hace o no se hace. Casar esto con la evidencia científica es complicado. Nadie afirma lo contrario. Por eso, una acción ejecutiva debería poder explicarse. Tener una narrativa. La ciencia afirma, con un grado de incertidumbre. Y la política reacciona. O no. Pero debemos saber por qué. La responsabilidad también existe. Mientras vivamos en algo parecido a una democracia debe poder exigirse.

Sin embargo, muy pocas veces la distancia epistemológica entre ciencia y política se puede reducir a un número concreto. En el caso de los terribles eventos meteorológicos en València de esta semana, a la diferencia en tiempo entre esto:

Mensaje en X de la AEMET fechado el 29/10/2024 a las 8:04 CET: 

AVISO ROJO | Litoral sur de Valencia: Lluvias de intensidad torrencial.

Acumulaciones de más de 90 l/m² en una hora que  pueden ocasionar crecidas e inundaciones.

¡Mucha precaución! ¡El peligro es extremo! No viaje salvo que sea estrictamente necesario.
Imagen: X.

Y esto:

Captura de mensaje en X del centro de emergencias de protección civil de la Comunidad Valenciana, Emergències 112CV, fechado el 29/10/2024 a las 20:14 CET:

La @generalitat, a través del Centro de Coordinación de Emergencias, ha activado el sistema de aviso a la población Es-Alert para informar de manera preventiva a los habitantes de toda la provincia de Valencia.

El texto del mensaje es el siguiente:

"Alerta de Protección Civil

Alerta de Protección Civil Por las fuertes lluvias y como medida preventiva se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia. Estén atentos a futuros avisos a través de este canal y fuentes oficiales, en X @GVA112 y en Apunt [se repite en valenciano]".
Imagen: X.

Doce horas y diez minutos. ¿Por qué?

Comentarios

5 respuestas a «Doce horas y diez minutos»

  1. @blog Mucha culpa la tienen los imbéciles que se quejan cada vez que se pone una alerta.
    Se quejan hasta de que les llegue un mensaje al móvil, en el que atienden decenas de notificaciones inútiles todos los días.
    (Te ha faltado ALT en dos imágenes)

    1. @ElPamplina
      @blog No entiendo lo del ALT, está puesto en el blog y debería haber salido. Será el plugin, que ha tenido una regresión (no es la primera vez).

      1. @brucknerite @blog Tendrá el fallo de solo ponerlo en la primera imagen, quizá.

    2. @ElPamplina @blog
      A quien lleva la gestión de lo público se le puede exigir que escuche las críticas. Y también que actúe obviandolas si no son pertinentes. Lo importante para la rendición de cuentas es la trazabilidad de la toma de decisiones.

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